The Pain Companion
  • Home
  • about
  • Videos
  • Books
  • Interviews
  • reviews
  • resources
  • Contact

A menos que yo lo pida, por favor no intenten sanar mi dolor

7/1/2016

0 Comments

 
Picture
No les puedo contar las veces en las que algún desconocido me ha ofrecido consejos en como ponerle fin a mi dolor crónico, sin yo haberlos pedido, o como un sanador que acabo de conocer en un contexto social me asegura (en el instante en el cual se entera que tengo una limitación física) que me puede librar del dolor.

¿Les ha pasado esto a ustedes?



A mí me acabó de suceder por enésima vez ayer, así que sentí la necesidad de abordar el tema aquí.

Agradecemos su interés, pero…

Esto es lo que me gustaría expresarles a estas cariñosas pero equivocadas personas en nombre de aquellos de nosotros con dolor crónico. Muchas gracias por preocuparse, de verdad.

Respetamos y nos honra el que quieran ayudarnos a estar mejor y que quizá sean expertos en su campo, pero por favor respeten y validen que nosotros también somos expertos en vivir con nuestras particulares condiciones y dolores.


Quizá ustedes no saben que tenemos gente que se la pasa diciéndonos como podemos sanar. Eso nos pone en la postura de tener que rechazar constantemente su ofrecimiento o tener que justificar el porqué no tomamos sus consejos o contratamos a todos aquellos sanadores que quieren masajear, equilibrar, realinear o llenarnos de algún suplemento mágico.


¿De qué manera lo pongo?

Entendemos su sinceridad y su deseo vehemente y al no querer hacerles un desplante sentimos que tenemos que justificarnos. Les contamos las cosas que ya hemos intentado. Que el dolor crónico es de otra índole.

Que no es tan simple, que no es tan fácil de tratar. Esto nos pone en la muy extraña e incómoda posición de estar constantemente defendiendo el dolor en el que estamos, lo cual es un sentimiento desagradable, uno que no disfrutamos.

Se pueden imaginar que van por ahí con una pierna rota y enyesada y que la gente pare a darles consejos inaplicables como los de como tratar el mal olor de pies o como quitar padrastros. ¿Se pueden imaginar lo agotador que sería? Especialmente si la persona ofreciendo el tratamiento para los padrastros se ofende al ver que no compartimos su entusiasmo.

Pongánle freno a su entusiasmo

Primero, como sanadores cuando empiezan la conversación por decirnos que no deberíamos o que no tenemos por que tener dolor, sin darse cuenta nos están haciendo sentir mal por el mero hecho de sentir dolor, y al mismo tiempo están queriendo jugar el papel de redentores. Estoy segura que no es su intención, pero es casi un insulto a nuestra inteligencia y motivaciones y hace ver mediocres los increíbles retos que conlleva el vivir con dolor permanentemente. Con eso nos han hecho entender que tener dolor está mal y por consecuencia nosotros estamos mal y ustedes nos van a remediar.


Segundo, si estamos dispuestos a hablar sobre ello, averiguen cual es nuestra condición específica. Como nos afecta (sin asumir que saben), que tan extensa es, por cuanto tiempo la hemos tenido y lo que hemos hecho para remediarla.

Tercero, si aún sienten que tienen que ofrecer algo, pidan permiso antes de presentarnos cualquier consejo o modalidad de sanación. De antemano les pido que no se ofendan si nuestra respuesta es simplemente: “Gracias, pero no, gracias”

Cuarto, sean honestos. Si han ayudado a otros, que bueno, quizá querrámos que nos cuenten, pero no hagan declaraciones desbordantes como que nos pueden sanar instantáneamente cuando nadie lo ha podido hacer en años. El dolor crónico es algo complejo y de largo plazo. Por eso es crónico. No se presta a curas faciles.

Quinto, sean corteses si después de escuchar lo que tenían que decir, no aceptamos su asesoría. Por favor no asuman que esto significa que no deseamos sanar. Seguramente creen que su método, suplemento, dieta, o ejercicio es el correcto, pero eso es lo que pensamos todos. La invariable insistencia se convierte en algo cuasi religioso. Creo que podemos tomar nuestras propias decisiones, gracias.

Gracias por no compartir

Y si finalmente decidimos tomar su asesoría, sepan que es solo un aspecto de un enfoque multifacético. Esto significa que en aislamiento es improbable que vaya a sanar por completo nuestra condición crónica. Es un trabajo en equipo. No nos hostiguen con preguntas de que si ya estamos mejor, y si al parecer no mejoramos o la condición empeora, sepamos que no es ni su culpa ni la nuestra.

En resumen, agradecemos sus atenciones, pero por favor denos un descanso de tantos consejos. No se sientan mal si no hacemos una cita con su masajista o terapista pero estamos con las manos llenas.

Gracias por su interés, de verdad. Ah, y ¿cúal es el mejor consejo que les podemos dar en cuanto los servicios y asesorías que ustedes ofrecen? Únicamente denlos cuando se soliciten.


Image: The Belvedere, John William Godward, 1913 (Wikimedia Commons)
Originally posted as: Please Don't Try To Heal My Chronic Pain (Unless I Ask), 6/1/2016
Translated by: Cindy Aguilera

0 Comments



Leave a Reply.

    Picture

    Sarah Anne Shockley

    Welcome to The Pain Companion Blog - for those living with chronic pain - a way station for solace, comfort, and community on the path to greater well being.
    About Sarah Anne Shockley

    Archives

    July 2016

    Categories

    All

    RSS Feed

Powered by Create your own unique website with customizable templates.